Los países bálticos se encuentran entre los destinos turísticos más subestimados de Europa. Estonia, Letonia y Lituania tienen mucho que ofrecer. Le revelamos en este artículo por qué un viaje al Báltico merece la pena:
Diverso legado histórico
Debido a su ubicación geográfica periférica, los Estados bálticos siempre han sido un punto de encuentro de diferentes influencias culturales. Además de los alemanes y los daneses, también gobernaron los suecos, los polacos y los rusos a lo largo de los 10.000 años de historia de los asentamientos. Todos dejaron huellas que no solo se reflejan en las capitales bálticas.
Si le interesa el rico patrimonio histórico, disfrutará especialmente en la capital lituana, Vilnius: como una de las metrópolis más liberales de Europa, la ciudad ha sido, en su variada historia, un refugio para varios grupos étnicos. No es una casualidad que también sea conocida como la “Jerusalén del norte” o “Roma del este”.
Excelente cocina
El diverso patrimonio histórico de la región del Báltico también se refleja en su cocina tradicional: influenciada por la cocina rusa, polaca, escandinava y alemana, la región del Báltico ha producido muchos platos deliciosos que tienen un sabor maravilloso. Cerdo, tocino, masa de patatas, repollo y chucrut predominan sobre la mesa tanto como bayas, champiñones o pescado. Los platos típicos como el cepelinai (empanadillas de patata) o el syslykai (pinchos de carne) se acompañan a menudo de cerveza recién elaborada.
Los países bálticos también ofrecen una escena gastronómica joven y fresca que rompe con la cocina tradicional de una manera peculiar. El mejor lugar para comenzar su exploración es la capital letona, Riga, llena de restaurantes jóvenes que valoran la calidad y los productos regionales.
Coloridos paisajes
Tan coloridas como la historia y el arte culinario son los paisajes que se encuentran en los países bálticos: además de las maravillosas costas y sus kilométricas playas de arena, también los increíbles parques naturales y los pintorescos bosques de pinos invitan a descubrirlos.
Para aquellos que aprecian la cercanía al mar, las interminables playas de Letonia, como por ejemplo, en la famosa localidad costera de Jurmala (a 40 km de Riga) les conquistarán.
Impresionante arquitectura
Casi ninguna región de Europa ofrece una pluralidad de estilos arquitectónicos como los países bálticos: además de los edificios medievales y los con “encanto soviético” (como la Academia de Ciencias en Riga), Estonia, Letonia y Lituania también impresionan con sus testimonios góticos, renacentistas, barrocos y art nouveau.
Los amantes de Art Noveau disfrutarán especialmente en la capital de Letonia, Riga: los maravillosos edificios Art Nouveau de la nueva ciudad no son injustificadamente Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pasear por las calles y maravillarse con las obras maestras arquitectónicas es una obligación en todos nuestros viajes a los países bálticos. Por qué, lo comprenderá a más tardar cuando se encuentre allí.
Ambiente relajado
Aunque los Estados bálticos son un destino encantador, (aún) no son muy populares entre las masas de turistas: Estonia, Letonia y Lituania han podido conservar gran parte de su originalidad y su ambiente auténtico y relajado. Esto permite hacer turismo a un buen precio. Estamos seguros de que te gustará tanto como a nosotros.
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