La mina de sal de Wieliczka es una atracción mundial única, y está incluida en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Según una leyenda la sal fue traída a este lugar desde Hungría por medio de la bendita Kinga, la cual se casó con uno de los reyes polacos. La leyenda cuenta que Kinga arrojó un anillo en un pozo de una mina de sal húngara para despedirse de su tierra. Al poco tiempo se encontró sal en Wieliczka, y en una de las primeras excavaciones se encontró el anillo de Kinga. La visita recorre bellas capillas esculpidas en sal (siendo la más bella la dedicada a la bendita Kinga), enormes cámaras, grutas de cristal y estanques subterráneos. Todo esto a una profundidad de 250 metros bajo el nivel del suelo.
4.0 horas