Viena – Budapest – Praga con SATO TOURS
Viajar por Austria, Hungría y la República Checa sin toparse con la huella constante de la Monarquia de los Habsburgo es imposible, ya que la estirpe aristocrática, que en parte dirigió las tres ciudades durante varios siglos, ha dejado profundos rastros en el arte, la cultura y la sociedad.
Este encanto imperial nos acompaña durante todo el viaje, al cual hoy, nos podemos unir desde Viena pasando por Budapest hasta Praga.
Viena – la fastuosa
Comenzamos nuestro viaje en Viena, desde el siglo XV hasta principios del XX residencia de los Habsburgo. Antes de dedicarnos a los monumentos y joyas arquitectónicas de la ciudad, nos permitimos disfrutar de una cena típica austríaca en el famoso restaurante Marchfelderhof en Deutsch-Wagram. Aquí se recibe a cada cliente como a un emperador – con alfombra roja y comité de bienvenida incluidos. En éste no solo están recogidos recuerdos de los conocidos Habsburgo, también Napoleón saluda a la entrada del lugar del que a poca distancia lidió una batalla. Además su larga historia y su apego a la tradición hacen del restaurante un atractivo para ilustres personajes. Disfrute usted mismo de lo que fascinó a Liz Taylor y Clarke Gable entre otros!
Ya fortalecidos nos sumergimos al día siguiente en un programa turístico de primera clase. Recorreremos el Ring para admirar el centro histórico de Viena, la Ópera Estatal, el Parlamento, el Ayuntamiento, el Burgtheater, y a Maria Theresia subida en su trono (al menos en estatua) entre los Museos de Historia del Arte y de la Naturaleza. Este paseo se volverá todavía más imperial cuando nos encontremos delante del Hofburg, donde tuvo su oficina el último emperador de los Habsburgo y famoso adicto al trabajo, Francisco José I. En este edificio se encuentran hoy en día impresionantes museos, la Biblioteca Nacional y la sede del Jefe del Estado austríaco. No se necesita mucha imaginación para volver al tiempo en el que reinaba esta monarquía. Mucho menos con los típicos coches de caballos (en vienés Fiaker) proyectando el encanto de siglos pasados.
Culminaremos nuestro tour con un paseo por el impresionante jardín del Palacio Belvedere. No pierda la oportunidad de sacar una foto de la famosa ”vista de Canaletto“, el porqué se lo descubrirán nuestros guías durante la visita.
Nuestro tercer día en Viena nos pone en una disyuntiva, ya que tienen la posibilidad de conocer el paisaje único del Wachau mediante una excursión en barco por el Danubio o tomarse el día libre. Si se decide por la segunda opción, le ofrecemos un par de sugerencias:
Visitas a los cafés Vieneses
Viena no está considerada injustamente como la capital mundial del café. Quien quiera encontrar el ambiente de los viejos tiempos y el placer de las especialidades típicas (como la tarta Sacher), lo hará, por ejemplo, en el Café Central, Hawelka, Sacher, Demel o Diglas. Todos ellos se encuentran a pocos pasos de la estación de metro de Stephansplatz.
Tras los pasos de Sisi
Está usted interesado en la princesa bávara que se convirtió en la emperatriz austríaca? Entonces puede aprovechar su día libre para visitar el museo de Sisi en el Hofburg y descubrir a esta mitificada emperatriz.
De compras en Viena
Una vivencia exclusiva que ofrecen las principales tiendas de marcas internacionales que rodean Stephansplatz (Kärntner Straße) y la Ópera (parada de metro Karlsplatz). Directamente en el Ring, las llamadas Galerias de la Ringstraße, invitan a adquirir algún recuerdo. También merece la pena explorar las numerosas pequeñas boutiques en las calles adyacentes del centro urbano de Viena.
Budapest – la enigmática
La siguiente parada de nuestro viaje también está ubicada directamente a orillas del Danubio: Budapest. La ciudad, a la que llegaremos aproximadamente a mediodia, la conoceremos por la noche de una manera especialmente brillante. No es posible privarse de la belleza del edificio iluminado del Parlamento en estilo neogótico. Nuestra incursión en las dos partes de la ciudad ”Buda“ y ”Pest“ nos tiene preparado muchos puntos fuertes. Visitaremos el famoso Bastión de los Pescadores ubicado en la colina del Castillo, en el lugar donde se encontraba el mercado de pescado en la Edad Media. Tengan su cámara preparada ya que la vista panorámica desde este punto es única.
En la colina del Castillo también visitaremos la iglesia de Matías, que pertenece al patrimonio cultural de la humanidad de la UNESCO y nos lleva de vuelta al tema imperial, ya que aquí tuvo lugar la ceremonia de coronación del emperador Francisco Jose I. Por lo demás, la iglesia tiene un pasado bastante conmovedor ya que después de la conquista de Buda por los Otomanos en el siglo XVI estuvo funcionando como mezquita durante 150 años. El guía de SATO podrá descubrile qué ha quedado hoy en día de esa época.
Nuestro segundo día en la capital húngara se caracteriza por el disfrute: visitaremos el Gran Mercado y nos sumergiremos en la gastronomía típica del país – desde el mundialmente famoso vino Tokajer, el pimentón o los nobles aguardientes. En este mercado encontrará productos para todos los gustos.
Praga – la dorada
Antes de llegar al destino de nuestro viaje, la dorada Praga, hacemos una parada en la capital de Eslovaquia, Bratislava. El tiempo libre que pasaremos en esta ciudad lo invertiremos bien en un paseo por el centro histórico de la ciudad antigua. Presten atención también al suelo, de lo contrario podrían perderse algunos de los puntos culminantes. Naturalmente, no queremos desvelarle nada más aquí.
A Praga llegaremos durante la tarde. Emprenderemos de inmediato nuestro recorrido, que aquí también se vuelve majestuoso, ya que seguimos los pasos de los reyes medievales, tomando el camino que tuvieron que recorrer éstos después de su coronación. Cruzando el Puente de Carlos sobre el Moldava, las estatuas de los santos a ambos lados parecen seguirnos con sus ojos.
Nuestra primera exploración del casco antiguo continúa al día siguiente con una mirada a la historia actual de la ciudad: visitamos la Plaza de Wenceslao, convertida como lugar de resistencia del régimen comunista en 1989. Luego nos volvemos a adentrar en tiempos antiguos, porque un viaje a Praga no debe terminar sin la visita del Castillo de Praga, que domina la ciudad. Tampoco pueden faltar la iglesia de Tyn en la Plaza de la Ciudad Vieja así como una parada en el Teatro Nacional Checo, para cuya construcción se recaudaron en el territorio Bohemio unos 90 millones de euros durante el siglo XIX. También aquí volvemos a encontrarnos con el imperialismo, el hecho de que el monarca negara una inyección de dinero para su construcción, reportó al teatro un palco imperial inusualmente colocado: No se encuentra como es habitual en el centro, sino en el borde izquierdo, en los peores lugares.
El día anterior a su partida pueden disfrutar de tiempo libre, acompañarnos en una excursión al pueblo bohemio de Cesky Krumlov o seguir conociendo la ciudad por su cuenta. Si usted toma la segunda opción, también le ofrecemos en esta ocasión un par de sugerencias:
– Aquellos que se acerquen a la chocolateria “Cervena zidle” pueden aprovechar la oportunidad de probar sus propias creaciones de cacao con un toque típicamente checo.
– Los interesados en la historia estarán encantados con la visita del Museo del Comunismo cerca de la Plaza de Wenceslao.
– Si desea conocer mejor la famosa cocina de Bohemia, no puede perderse los platos típicos como el solomillo checo (Svickova). Como mejor se acompaña esta sabrosa comida es con una cerveza, que goza de gran popularidad en la República Checa.
En el noveno día de nuestro viaje, nos despedimos con un abundante desayuno de la ciudad dorada. Una cosa es cierta: nos llevamos a casa recuerdos verdaderamente imperiales.
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