En la formación de la antigua Rusia, las tierras de Vladimir y Suzdal desempeñaron un papel decisivo siendo hasta hoy en día las más apreciadas por su belleza paisajística. Esta zona privilegiada de la naturaleza con sus montes, ríos, misteriosos lagos y pantanos sintetizan el alma rusa que queda plasmada en las obras imperecederas de Dostojevsky, Tolstoi y Turgeneff. Vladimir fundada en 1108 por Vladimir Monomach siendo a mediados del siglo XII la capital de Rusia, nos sorprende con su gran contribución al acervo artístico-arquitectónico del país. Es digno de mencionar la Puerta de Hierro en su doble función de arco de triunfo y de construcción defensiva, la catedral de la Asunción del siglo XII cuenta con la evidente intención arquitectónica de superar el esplendor artístico de la catedral de Santa Sofía en Kiev. Suzdal, en su tiempo también capital del principado de Suzdal hasta mediados del siglo XIV, se menciona por vez primera en los manuscritos del año 1024. Es digno de mencionar la Catedral del Nacimiento de la Virgen, los monasterios Spaso-Evfiemievski, Rizpolozhenski y Pokrovski.
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